El uso de purificadores de agua en nuestros hogares no solo contribuye al cuidado del medio ambiente, sino que también mejora la calidad del agua que consumimos. Cada año, millones de toneladas de plástico acaban en los océanos, lo que nos obliga a buscar alternativas sostenibles, como reducir el uso de botellas de plástico. Una manera de hacerlo es instalando purificadores de agua en nuestros grifos. Aunque el agua del grifo suele ser potable, es posible que contenga partículas de plástico, malos sabores o incluso olores desagradables. Los purificadores de agua son una solución eficiente para resolver estos problemas. A continuación, te presentamos los distintos tipos de sistemas de purificación disponibles.
¿Cómo funcionan los purifacadores de agua?
Estos dispositivos están diseñados para eliminar impurezas del agua mediante filtros de carbón o membranas. Dependiendo del tipo de purificador, el proceso de purificación varía, pero todos tienen como objetivo mejorar el sabor, color y seguridad del agua. Existen varios tipos de sistemas, cada uno con sus particularidades.
Filtros para grifos
Este tipo de purificador se instala directamente en el grifo, ofreciendo una instalación rápida y sencilla. Al abrir el grifo, el agua pasa de inmediato por un filtro de carbón activo y resinas de intercambio iónico, eliminando impurezas. Estos filtros deben reemplazarse cada 3 a 6 meses para asegurar su efectividad.
Filtros de ósmosis inversa
Este sistema utiliza presión para hacer pasar el agua a través de membranas que retienen las moléculas puras. El agua filtrada se almacena en un contenedor para ser utilizada cuando se abra el grifo. Los filtros de ósmosis inversa eliminan cloro, bacterias, virus y metales como el plomo, aunque no son tan efectivos para reducir los niveles de calcio y magnesio en aguas duras.
Ventajas y desventajas
Ventajas:
- Eliminan eficazmente impurezas, mejorando la calidad del agua.
- Proporcionan un agua con mejor sabor y textura al ablandarla.
- Reducen el consumo de agua embotellada, lo que beneficia tanto a la economía como al medio ambiente.
- Ayudan a prolongar la vida útil de electrodomésticos al disminuir la acumulación de sarro.
Desventajas:
- Eliminan el cloro, lo que significa que el agua purificada no debe almacenarse por más de dos días.
- Los sistemas más económicos requieren cambios de filtro con mayor frecuencia.
- Si no se cambia el filtro a tiempo, pueden acumularse bacterias que representan un riesgo para la salud.
En conclusión, los purificadores de agua son una opción práctica y ecológica para mejorar la calidad del agua que consumimos, al mismo tiempo que reducimos nuestra huella de plástico.